Cómo convertirse en un árbitro perfecto

Se podría afirmar que no se observa la presencia del árbitro hasta el momento en el que toma una mala decisión arbitral, o al menos es lo que ocurre en la mayoría de los casos. ¿Quién es insultado en un partido o en la TV cuando se toma una mala decisión arbitral? ¿A quién se dirigen los jugadores cuando creen que son amonestados de forma injusta? Por su puesto que en ambas preguntas la respuesta es la misma, el árbitro. Esto es solo un ejemplo de porque es de gran importancia que el árbitro esté bien formado, dotado del correcto equipamiento arbitral, entrenado y ante todo, profesional en su trabajo.

«El mejor árbitro es aquel que tiene el coraje de tomar decisiones, incluso cuando sería más fácil no hacerlo»
Pierluigi Collina

La importancia de los árbitros para el juego es la misma que al juego en si mismo, ya que no puede jugarse un partido sin la presencia del árbitro para vele por el cumplimento de las normas de juego. El desempeño de sus labores va más allá de comprobar el correcto estado de la instalación deportiva y de mediar en las disputas entre equipos o jugadores. Existe más responsabilidad para los árbitros que el mero inicio y parada del juego y además de controlar el tiempo oficial de juego. A lo largo del encuentro, los árbitros deben velar por el cumplimiento de las normas de juego con imparcialidad. Es el árbitro el que impone el castigo adecuado a los jugadores que violan las reglas y a los equipos que utilizan equipamiento inadecuado para conseguir ventaja injusta sobre el adversario. Por lo tanto, el trabajo del árbitro consiste en mantener el juego limpio y quedarse al margen de los problemas de engaños, polémicas y disputas.

Un árbitro profesional es aquel que pita el partido haciendo saber que es él quien mejor conoce las reglas de juego. Los árbitros son los que determinan si se ha infringido alguna regla o no, pero además poseen excelentes dotes de comunicación así como un perfecto conocimiento del deporte que está arbitrando. Esto puede ser observado cuando llaman a los jugadores para explicar las sanciones, o llaman a los entrenadores, o incluso al público del encuentro. También se comunican con sus compañeros los árbitros, pensemos en un partido de baloncesto, voleibol o de fútbol, en los que los árbitros trabajan en grupo, como un equipo. De forma distinta, en un partido de tenis o tenis de mesa, el árbitro trabaja de forma individual.

Aunque ser árbitro es una profesión, son muchos los árbitros que arbitran a tiempo parcial, incluso si consiguen unos buenos ingresos con el arbitraje. Esto es generalmente debido a que la mayoría los encuentros en los diferentes deportes se disputan los fines de semana y por temporadas. Esto deja tiempo entre semana y cuando la temporada se acaba a realizar otras actividades. Sin embargo, hoy en día y en deportes de alto nivel, son muchos los que se dedican al arbitraje de forma profesional y exclusiva.

Podríamos pensar que los árbitros solamente pitan el encuentro valiéndose del famoso silbato Fox 40, sin embargo, lo hacen porque son verdaderos especialistas que entienden el juego. Deben estar seguros de su capacidad para reglar el juego y tomar decisiones. Dada esta responsabilidad, los árbitros profesionales tienen muchos años de entrenamiento y experiencia que han ido acumulando desde sus inicios a nivel de aficionados.

Fotografía: Creative Commons en Flickr